miércoles, 22 de octubre de 2014

Dafne y Apolo

Garcilaso de la Vega



SONETO XIII




A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraba;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro escurecían.

De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón porque lloraba!


Lee todo en: SONETO XIII - Poemas de Garcilaso de la Vega http://www.poemas-del-alma.com/garcilaso-de-la-vega-soneto-xiii.htm#ixzz3GvZcAWol


Poesía de la autora.

Apiádense de aquellos hombres que sufren por el favor de una mujer. Han sucumbido a sus encantos, presas del ardid de sus hechizos e incapaces de distinguir con claridad.

Mas no sientan lástima de ellos, que presos del encantamiento viven más que aquellos que nos consideramos libres.

Tamara Lugo Garza

No hay comentarios:

Publicar un comentario